Una vez,
Buda fue insultado mucho por unas pocas personas. Lo abusaron mal. Escuchó en silencio y luego dijo:
“¿Tienen algo más que decir?
porque tengo que llegar a la otra aldea a tiempo. La gente debe estar esperando allí. Si todavía tienen algo más que decir, cuando regrese estaré viniendo por la misma ruta y les informaré y apartaré un momento especial para ustedes, asi podran venir y decir lo que quieran “.
Los presentes quedaron muy confundidos, y le dijeron: “¡No estamos diciendo nada, te estamos insultando!”
Buda se rió y dijo: “Para eso, has llegado un poco tarde. Deberías haber venido hace al menos diez años. Ahora no soy tan tonto. Puedes insultar, ya que esa es tu libertad, pero ya sea que lo tome o no, es mi libertad”. . No lo estoy tomando “.
Y siguio a explicarles: “En la otra aldea que acabo de pasar antes que la suya, la gente vino con dulces para ofrecerme. Les di las gracias. Les dije: ‘No necesito dulces, yo no como dulces’. ¿Qué crees que deben haber hecho con los dulces?
Alguien de la multitud dijo: “Debieron haberlos llevado de regreso a casa”.
Buda dijo: “¿Ahora qué harás? Tendrás que llevar tus insultos a casa. No tomo tus insultos, no hay otra manera, tienes que recuperarlos”
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